La Zona de Confort se refiere a un estado mental dónde la persona no desarrolla su crecimiento personal, no adquiere nuevas conductas ni vive nuevas situaciones que a la larga mejoran su satisfacción personal.
Podemos decir que predominan las conductas de evitación del miedo y la ansiedad en su vida diaria, vive en un estado cómodo, sin asumir riesgos. Esta situación nos hace sentir seguros y eso nos impide maximizar nuestro desarrollo personal. Hace que renunciemos a tomar iniciativas para salir de la zona de confort, nos protegemos de las emociones negativas y las de las situaciones desconocidas que puedan surgir en el camino hasta conseguir las nuevas metas.
¿Cuándo debemos salir de la zona de confort?
La Zona de Confort en algún momento se vuelve un lugar seguro pero incómodo, somos conscientes que nos limita a hacer algo que realmente queremos hacer.
Permanecer aquí es renunciar al crecimiento, a la vida que queremos en algún aspecto y queremos cambiar. A partir de aquí, debemos esforzarnos y trabajar en nuestra meta.
¿Qué ventajas nos produce salir de la zona de confort?
- Aprendes a gestionar emociones nuevas.
Nuevas situaciones te generan nuevas emociones que tienes que manejar
- Te ayuda a ser más resolutivo.
Nuevas situaciones dan lugar a nuevas soluciones que no sabías que podías crear
- Aumento de la confianza en ti mismo.
Nuevas situaciones te enseñan que puedes salir airoso de ellas
- Nuevas experiencias que te harán sentirte mejor.
Nuevas situaciones te enseña a conocer nuevas maneras de disfrutar
- Retos que te darán satisfacción.
Nuevas situaciones que te harán sentirte orgulloso de ti mismo
- Desarrollo de tu crecimiento personal.
Nuevas situaciones que te ayudarán a no temer al fracaso y arriesgarte a conseguirlo
¿Cómo lo conseguimos?
- Elige tu reto, maximiza tu trabajo para reducir el riesgo y llega a la cima.
- Juzga tus excusas y sustitúyelas para no aceptar tu comodidad.
- Busca situaciones desafiantes que te obliguen a salir de tu zona de confort.
- Exponte a ambientes nuevos, cambia tus rutinas por otras nuevas.
Además de mejorar nuestro bienestar psicológico y ayudarnos a conseguir las metas que nos proponemos. Estas experiencias nos ayudan a ser capaces de aprender nuevas habilidades psicológicas y nos aporta más recursos para afrontar aquellas situaciones difíciles que en algún momento de nuestras vidas podremos vivir.
¡Nos ayuda a ejercitar nuestra fortaleza, buscar nuevos enfoques y prevenir el malestar psicológico en nuevas situaciones difíciles de gestionar!