¿Alguna vez te has sorprendido reviviendo una y otra vez situaciones del pasado? Puede ser un error que cometiste, una relación que terminó, una oportunidad que no aprovechaste… A veces, sin darnos cuenta, nos quedamos atrapad@s en recuerdos, preguntándonos «¿y si hubiera hecho esto diferente?» o «¿cómo sería mi vida si aquello no hubiera pasado?».
Vivir en el pasado es algo que tod@s hemos hecho en algún momento. El problema surge cuando nos quedamos tanto tiempo allí que nos olvidamos de vivir el presente. Hoy queremos hablarte sobre por qué nos pasa esto y, lo más importante, cómo podemos empezar a soltar el ayer para disfrutar el hoy.
¿Por qué nos quedamos atrapad@s en el pasado?
El pasado nos atrae porque, de alguna manera, sentimos que aún tenemos algo pendiente con él. Puede ser una herida que no cerró bien, una decisión que nos cuesta aceptar o incluso recuerdos felices que nos hacen sentir que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Algunas razones comunes por las que nuestra mente se aferra al pasado son:
La Culpa y el arrepentimiento: Nos castigamos por errores del pasado y pensamos que, si hubiéramos actuado diferente, todo sería mejor ahora.
El dolor no procesado: Cuando algo nos lastima y no lo trabajamos emocionalmente, esa experiencia sigue viva dentro de nosotr@s, como si acabara de ocurrir.
La idealización del pasado: A veces, cuando el presente no nos satisface, miramos atrás con nostalgia y sentimos que antes éramos más felices.
El miedo al futuro: Aferrarnos al pasado nos da una sensación de seguridad. Si miramos hacia adelante, entramos en lo desconocido, y eso puede asustarnos.
Las consecuencias de vivir en el pasado
Pasar demasiado tiempo en el pasado puede hacer que nos perdamos la vida que está ocurriendo ahora mismo. Nos genera tristeza, ansiedad y, muchas veces, una sensación de estancamiento. También puede afectar nuestras relaciones, porque en lugar de conectar con lo que tenemos hoy, seguimos enganchad@s a lo que fue o pudo haber sido.
Si te identificas con esto, queremos recordarte algo: el pasado ya pasó. No puedes cambiarlo, pero sí puedes decidir cómo quieres vivir el presente.
¿Cómo empezar a soltar el pasado y vivir el presente?
Si sientes que pasas demasiado tiempo en el pasado, aquí te dejamos algunas claves para empezar a liberarte:
Acepta que el pasado no se puede cambiar. Lo que pasó, pasó. Lo único que puedes cambiar es la forma en que te relacionas con esos recuerdos. En lugar de preguntarte «¿por qué hice eso?», pregúntate «¿qué puedo aprender de esto para seguir adelante?».
Permítete sentir. A veces no soltamos el pasado porque no hemos procesado nuestras emociones. Date espacio para sentir tristeza, enojo o nostalgia, sin juzgarte.
Deja de idealizar el pasado. ¿Realmente fue tan perfecto como lo recuerdas? Nuestro cerebro tiende a exagerar lo bueno y minimizar lo malo. Intenta mirar las cosas con más equilibrio.
Enfócate en el presente. Pregúntate: «¿qué puedo hacer hoy que me haga sentir bien?» Puede ser algo pequeño, como salir a caminar, escribir en un diario o llamar a alguien que quieres.
Trabaja en el perdón. Puede ser perdonarte a ti mism@ o a alguien más. No significa justificar lo que pasó, sino dejar de cargar con ese peso que te impide avanzar.
Busca ayuda si lo necesitas. A veces, soltar el pasado no es fácil y necesitamos apoyo. La terapia puede ayudarte a procesar lo que viviste y a encontrar herramientas para enfocarte en el presente.
Te ayudamos a vivir el aquí y ahora
Si sientes que te cuesta soltar el pasado y que eso está afectando tu bienestar, podemos ayudarte. En nuestra consulta trabajamos contigo para cerrar ciclos, procesar emociones y aprender a disfrutar del presente sin la sombra del ayer.
Nosotras estaremos encantadas en acompañarte durante este proceso. Busquemos juntos la manera con la que poder disfrutar del presente con calma, sin permitir que el pasado te prive de la felicidad que puedes sentir hoy.
Creado por: Coral Molpeceres