¿Cómo ayudar a mi hijo a superar el duelo de un ser querido?
El duelo es la reacción normal en una pérdida significativa y a menudo un tema difícil de abordar por los adultos. Cada niño presenta una forma de expresarlo distinta debido a sus circunstancias.
Muchas veces se le proporciona una información escasa y difusa sobre la muerte, y se tienen creencias erróneas sobre la forma de actuar, creyendo que ocultando las emociones y sin expresar los sentimientos se protege al niño del dolor de la pérdida.
Las pérdidas despiertan emociones que el niño no comprende y alteran su vida diaria. Las emociones que pueden darse en el niño son:
- Negación.
Se muestra más agresivo o más contento y juguetón que de costumbre.
- Idealización.
Puede mantener una relación imaginaria con la persona perdida.
- Culpabilidad.
Entendiendo que ha hecho algo para que se produzca esa perdida.
- Miedo y vulnerabilidad.
No quiere mostrar sus sentimientos y tiene miedos a su futuro tras lo ocurrido.
- Ocuparse de los demás.
Asumir el lugar del fallecido y cuidar de sus hermanos más pequeños.
Estas expresiones se pueden vivir con diferente intensidad y en ocasiones puede acentuarse y afectar en mayor o menor medida a la vida cotidiana. Así, podemos encontrar varios tipos de duelos:
- Duelo funcional o no complicado. Se adaptan y ajustan a la muerte del ser querido.
- Duelo complicado o patológico. El duelo no empieza o no avanza a las distintas fases.
- Duelo anticipatorio. Comienza antes de la muerte en casos de prever la situación.
- Duelo aplazado. Muchos adolescentes retrasan el duelo.
Se trata de acompañar en el duelo, permitiendo exteriorizar los sentimientos y logrando una buena adaptación y aceptación de la nueva situación, conocer y entender sus emociones buscando recordar la perdida sin dolor.
En ocasiones, el duelo mal gestionado por el niño o por los miembros de su familia puede repercutir en la vida cotidiana, necesitando ayuda para la expresión de esos sentimientos y la reorganización familiar que ayude a resolver el problema presentado.
Consejos para ayudar
- No retrasar la noticia del fallecimiento y prepararlo con antelación cuando sea posible.
- Permitir que participe en los ritos funerarios.
- Escuchar al niño y conocer sus miedos.
- No frenar los sentimientos que produce el duelo ante el niño.
- Permitir elementos de apego de la persona fallecida.
- No castigar por las conductas desadaptativas que pueda tener el niño.
- Recuperar los hábitos lo antes posible.
- Permitir que representen su duelo en el juego.