Un ataque de pánico puede ser una experiencia aterradora. La sensación de pérdida de control, el miedo intenso y los síntomas físicos como la dificultad para respirar pueden hacer que parezca que algo grave está ocurriendo.
¿Qué hacer si tienes un ataque de pánico?
- Respira profundamente y trata de concentrarte en tu respiración
- Repite frases tranquilizadoras como «esto pasará pronto»
- Busca un lugar tranquilo si es posible
- Recuerda que no estás en peligro real
¿Cómo prevenir futuros ataques?
- Identifica las situaciones que los desencadenan
- Aprende técnicas de relajación y respiración
- Mejora tu estilo de vida con hábitos saludables
- Consulta con un psicólogo para trabajar en la gestión del estrés y la ansiedad
Si los ataques de pánico son recurrentes, la terapia psicológica puede ayudarte a identificar sus causas y aprender técnicas efectivas para gestionarlos. La terapia EMDR puede ayudarte a entender el por qué, ayudarte a gestionarlos y que dejen de ocurrir.
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